La recuperación de Tirso


La plaza de Tirso de Molina y aledaños, en Madrid, el paraíso del botellón, perroflautas tirados por los suelos y "cierta inseguridad ciudadana", va poco a poco cambiando su ambiente.

¿Clasismo gentrificador y capitalismo salvaje? Pues sí, la verdad, pero la cosa es así.


Están desapareciendo las tiendas de ropa de chinos al por mayor y de carcasas de móviles a 1€, aparecen negocios nuevos, restaurantes chic, cafeteríapastelerías monas de esas que han surgido como hongos, han remodelado el Lidl y ahora es el paraíso de los airbnberos y... ¡oh! ¡La puerta del Ministerio Del Tiempo!

Pero desde el año pasado tenemos dos locales que están en boca de todo el que presuma estar enterado del pseudomoderneo.

Sala Equis


La famosa Sala X de la calle Duque de Alba (la de las cartulinas con los títulos de las películas) cerró y cuando ya creíamos que iban a convertirlo en un Mercadona... Zas, se reinventa como la cantante ésa en local de copas, tapas y proyección de cine.

Sin gastarse dos duros más que en limpiar las lletás (porque han dejado todo de un gris espantoso), en lo que era el patio de butacas hay un bar donde el posthipsterismo se deja sus euros. Ya sabes, esos chicos jóvenes que se visten con ropa que parece recién sacada de un contenedor de basura pero que les ha costado mínimo 100 € por prenda y que probablemente no sepan qué es una Sala X. Hay mesitas, sillones, una grada, un par de columpios, tumbonas de playa... Muy guay.


En el gallinero proyectan cine de autor al respetable precio de 6,50€/película. No sé, como decía el blogger de Todo Desde Mi Sofá, para eso me voy a la Filmoteca, que está al lado y es más barata, pero pagas "el entorno", nena. 

Y en el bar de arriba hay otro pequeño bar más tipo copas, pequeñito.

No fui nunca a esta Sala X (mi interés en el pajillerismo de cinematógrafo, aparte de reñido con el repelús y asquito, era nulo) pero creo que han creado un espacio de ocio que conserva esa esencia cutre. Se agradece que no lo hayan requetedecorado, que la cosa daba pie a ello. A mí me ha recordado a la añeja Sala La Luna que había en la calle Amor de Dios allá en los tiempos antaños de la postmovida. Merece la pena una visita.


Medias Puri


La disco de moda. Un local grande, muy bien montado, con buen equipo de sonido y donde los fines de semana se mueve el... espera que voy a revisar en el Whatsapp lo que dijeron mis amigos... fashion con farandulilla.



Y además desde el otoño pasado es la sede, una vez al mes, de

Churros Con Chocolate

El #Chocochurros, como se conoce popularmente a esta fiesta, es una sesión dominical de música petarda con ambiente heterofriendly que empieza a las 6 de la tarde y se prolonga hasta la madrugada. Lo que viene siendo un Tea Dance y lo que pretendió ser el Shangay en su época pero no consiguieron que llegáramos antes de las 10 (eran otros tiempos y éramos menos, joé).


En Barcelona se celebra en la Sala Apolo y en Madrid estuvo en la Cool hasta el Orgullo del año pasado, ahora se ha pasado a Medias Puri.

Su musa / diva / sirena es Raffaella Carrà (Raffica) así que te puedes imaginar lo que te puedes encontrar cuando entras: música ultrapetarda. ¿Creías que no ibas a bailar jamás de los jamases El Baile del Gorila de Melody? Pues te equivocas.


A media tarde ofrecen chocolate con churros de merienda. 
No llega al grado de excentricidad y surrealismo de aquellas fiestas Qué Maravilla en las que te daban sopa, pero tiene su gracia.

Cada fiesta tiene su temática, las ha habido de Egipto, de la Mansión PlayBoy, de la movida ochentera... la de este mes fue TELECIRCO.


Y no faltaron las Mamachicho.


Tiene también una sala alternativa, el Antichurros, pero como está colapsada por la cola del ropero no tiene público hasta avanzada la noche. Y... ¡una sala latina! Donde demás te venden bocatas para que no te vayas fuera al chino a comprártelos.

Esa es otra, que como la entrada es gratuita hasta las 22 horas, lo que hacía la gente era entrar en la disco, salir, tomarse la cerveza en el chino de al lado (1€ frente a los 6€ de la sala) y luego volver a entrar.

¡Meeeeeec! Craso error, porque se ha popularizado tanto la sesión del ChocoChurros que si se te ocurre salir luego NO VAS A PODER ENTRAR porque hay una cola del demonio. Ayer cuando salimos la cola llegaba hasta la mitad de la plaza de Tirso de Molina. Y nos dijeron que avanzada la noche seguía igual.


¿Y qué te puedes encontrar dentro del Chocochurros?
Pues un 95% de mariquitas, un 4% de mariliendres (y adláteres) y un 1% de gente "que pasaba por ahí". En la anterior fiesta había una pareja de señor y señora muy mayores que entraron a primera hora, se quedaron sentaditos en una mesita y se tomaron un chocolate con churro como quien va a pasar la tarde a Manila. <- (comentario viejunísimo, jeje)-


Y, eso sí, mucho tío joven y guapo, para qué negarlo. El ambiente es festivo, amigable y alegre, aunque siempre tendremos las reinas que van mirando al infinito con cara de asquerosit... ¡espera! ¿No es ella es la famosa 2.0 con miles de seguidores en Instagram porque enseña pezón cada día? ¡Yessss! Velasque yo soi wapa. 


Que vayas, coño.

1 comentario :

un-angel dijo...

Ay que guay...pues sí que molan los chocochurros. A ver si en alguna próxima visita capitalina, así hago algo distinto de ir a los cortes-ingleses, el fnac y el primark, jeje. ¡Huy las mamachichoooo, que recuerdoooos! Pero si yo era apenas un espermatozoide por aquel entonces...vale, quizás no tan joven :-)

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